
¡Qué papelón en el Clausura! ¡Qué vergüenza! ¡Qué mediocridad en la Copa Libertadores! ¡Qué farra en el Apertura! ¡Cuánta ruido y pocas nueces con aquello de la bolsa y el nuevo estadio!
Es imposible cerrar el año siquiera con un signo de aliento, porque el cantinfleo del segundo semestre ni siquiera alcanzó para consagrar a uno o dos juveniles que prometan cambiarle el rosto a esta Unión Española de mis amores y mis decepciones.
Fue un año de morondanga también en lo personal, y por eso ofrezco mis disculpas a aquellos que esperaban más de este blog y de pasionyfuria.cl.
Ojalá este receso nos sirva a todos para mudar el ánimo, recargar la baterías y comenzar de nuevo, como Sísifo, a empujar la roca hasta la cima de la colina.
1 comentarios:
Un año para olvidar del rojo. Quizas el hecho de ser hinchas tan sufridos por la adversidad deportiva e institucional, nos haga mas fuertes en la pasión por los colores...tal vez lo único que se pueda rescatar.
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