Tres puntos más lejos del terror

Por más que pasan las horas y los días no consigo acumular el ánimo suficiente como para defender la idea de que Unión Española mostró una recuperación esperanzadora el sábado en Santa Laura. Suerte para nosotros que al frente teníamos a un espejismo de equipo, porque de lo contrario nos empatan y nos dan vuelta un partido que casi hasta el pitazo final del primer tiempo se nos daba fácil por 3 a cero. Cierro los ojos y veo el pasadizo dejado por Madrid en la banda izquierda, veo a nuestros centrales moviéndose como en cámara lenta por el césped y a Villagra teniendo que socorrer a todos en la retaguardia, veo a Kevin como pirinola por el centro del campo y a Leandro intentando dar el balón a los que visten de rojo, veo a Leal luchando por acomodarse como lateral y a Aravena queriendo jugar al fútbol con un uruguayo de cintillo que las oficia de centrodelantero (Medina, me dicen por interno).

Lo bueno del sábado -además de la mechada insuperable- fueron el resultado, los tres puntos y la sensación de que hemos ganado una semana en la lucha por no caer en el abismo. El resto del panorama sigue tan triste como antes. ¿Cuánto variará con Estévez y Canales? Vaya a saber uno. Pero como nuestro problema es de técnico y no de plantel (me dijo uno que sabe mucho), yo no me haría muchas esperanzas.

Estas son justamente las cosas en que uno quisiera equivocarse medio a medio, pero la verdad somos varios los descreídos y decepcionados. Otro hincha hispano me decía el otro día por el chat: “vamos a perder todos los partidos que restan, salvo el que disputemos con la UC en San Carlos”. ¿Cómo podría uno discutirle en estas circunstancias? ¿Alguien se la juega y apuesta en contra de este pesimista?

Ahora sí, nada de esto significa que uno no deba ir a Santa Laura. Aunque sea para comer mechada, ¡vayan al estadio poh, mierda!