Un campeonato en serio para Chile

En lugar de discutir a puertas cerradas respecto del formato que tendrán nuestros próximos campeonatos, nuestros dirigentes deberían de verdad abrir la participación de quienes vamos semana a semana a los estadios.
Yo quiero un campeonato de verdad en Chile.
Un campeonato donde todos los partidos valen lo mismo, donde lo que se hace en un año completo vale tanto para ser campeón como para el descenso. Si no, quién puede entender, por ejemplo, que Apertura y Clausura tengan cada uno un campeón, pero que el descenso se defina por la suma de ambos. O cómo puede explicarse que en el Apertura haya cupos para la Copa Sudamericana, mientras en el Clausura no hay nada. O que el tercer cupo para la Libertadores de 2008 (que implica jugar una preclasificación) se lo podría ganar precisamente el equipo que sacó más puntos en todo 2007 y que, de jugarse otro tipo de torneo ya se habría titulado campeón.

Por ello, propongo algo que no tiene nada de novedad y que sólo por la mediocridad de nuestro fútbol ha sido dejado de lado:
* Un campeonato de dos ruedas, todos contra todos.
* Un campeonato donde el que termina primero en la tabla es el campeón y es el representante número 1 de Chile en la Copa Libertadores.
* Un campeonato donde el sublíder se gana el cupo de Chile 2 para la Libertadores.
* Un campeonato donde el tercero de la tabla sea Chile 3 en la Libertadores.
* Un campeonato donde el cuarto y quinto sean los representantes de Chile en la Sudamericana.
* Un campeonato donde descienden 3 equipos y uno va a una liguilla de promoción que jugaría con el cuarto y quinto de la Segunda División.

Qué ventajas ofrece este campeonato:

1. Es un campeonato que ocuparía 38 semanas del año (9,5 meses aproximadamente).
Ello permitiría que los trabajadores del fútbol tuvieran una carga de trabajo acorde a las exigencias de su profesión, con un mes de vacaciones y uno de pretemporada. Y permitiría también jugar la gran mayoría de las fechas en fines de semana, dejando espacio para reservar sin mayor drama los recesos necesarios para las fechas FIFA, las fechas de Eliminatorias u otras contingencias (amistosos internacionales para los equipos que quieran o puedan, por ejemplo).

2. Es un campeonato donde a todos los equipos se les mide con la misma vara.

3. Este es un campeonato donde nueve de los 20 equipos que hoy existen en la Primera División ganarían o perderían algo cada año.
Tomando los datos de la actual tabla acumulada de 2007, bajo estas condiciones serían al menos 12 los equipos que habrían llegado a la última fecha con algo que disputar.

4. Es un campeonato donde al menos cinco equipos chilenos distintos estarán jugando copas internacionales (lo que significa tanto ingresos como alta competencia), en lugar de que se repitan siempre los mismos.
Ello se traduciría en que en 2008 irían a las copas: Audax Italiano, Colo Colo y Universidad Católica, y disputarían otros dos cupos Huachipato, U. de Chile, Cobresal, Cobreloa y O’Higgins.

5. Es un campeonato donde el descenso puede ser un peligro real para muchos equipos y donde el ascenso también es una posibilidad cierta en Segunda División.

6. Es un campeonato que, si los clubes consideran que jugar 38 semanas es poco conveniente económicamente, permitiría jugar una suerte de Copa Chile.
En esta copa podrían participar todos los equipos de Primera y Segunda, jugando por eliminación directa. Las primeras rondas podría jugarse a mediados de semana, dejando sus fases finales para jugarse en fines de semana.
Esta Copa Chile podría servir para: a) definir directamente a los representantes en la Sudamericana (aunque siempre cabría la posibilidad de que se repitan equipos con los que vayan a la Libertadores); o b) definir a un equipo que dispute con el tercero del torneo oficial el cupo por Chile 3 de la Libertadores.

Qué “desventajas” ofrece este campeonato:

1. La posibilidad de que un equipo que clasifica en la medianía de la tabla sea campeón.

2. La posibilidad de que un equipo que es campeón en la primera mitad del año, sea colista en la segunda y siga yendo a la Libertadores.

3. La posibilidad de que los representantes de Chile en la Libertadores y la Sudamericana sean los mismos (a excepción de Chile 3).