Asamblea suspendida y Calera evalúa la renuncia

"¡¡¡Ohhh, el rojo no se vende. Ni por 10, ni por 20!!!", le cantaba a Salvador Calera, en plena tribuna, una decena de hinchas de Unión Española. Poca gente seguía el cántico, que parecía un último saludo a la bandera y nada más. Sin embargo, tras el partido contra Lota Schwager los reclamos subieron de tono e incluso un hijo del timonel fue agredido por individuos de la barra "Furia Roja".
El 4-0 sobre los visitantes, que encaramó al equipo de Héctor Pinto al cuarto puesto, pasó a segundo plano y los directivos estuvieron reunidos hasta pasada la medianoche en Santa Laura. Trascendió que Salvador Calera estaría pensando en dimitir.
Hoy vencía el plazo para que los socios y la gente de la colonia compren acciones, a $1.500.
"¿Acciones para qué? No hay ningún proyecto", se escuchó en las tribunas.
El jueves 12 de abril debía verificarse, además, la asamblea resolutiva para aprobar la venta del resto del paquete accionario -la parte más gruesa- al grupo de Lavín. Sin embargo, ante el convulsionado escenario, el directorio emitió anoche un comunicado, en el que suspende, "hasta nuevo aviso", la reunión de socios.
De paso, solidarizó con Calera y manifestó su "rechazo categórico a las manifestaciones injustas de los hinchas y completamente inapropiadas". Además, la mesa recordó que Calera tomó la institución en 2002, "en medio de la peor crisis en la historia del club", resaltando que hoy los números están equilibrados.

El Mercurio
5 de abril de 2007