Rojos de impotencia, de ira y de vergüenza

PENDIENDO DE UN MILAGRO
Unión Española 0
Colo Colo 4


Rabia, impotencia, frustración, pena, decepción, vergüenza. Fue una mezcla de sentimientos la del domingo en Santa Laura, en casa. Colo Colo nos pasó por encima, nos dejamos aplastar. Y al final de los 90 minutos no sólo masticamos una derrota humillante, sino que nos fuimos con el sabor amargo de una casi segura eliminación en la boca.
Colo Colo desnudó todas las falencias hispanas, en defensa, en mediocampo y en ataque. Unión fue el domingo una ensalada amarga de errores garrafales, imprecisiones constantes, falta de recursos y ausencia de ideas. Es cierto, faltó José Luis Sierra, pero eso no explica las chambonadas de Vergara o Reyes, las desaplicaciones, la inoperancia.
Fue una tarde para sufrirla en solitario, como los grandes dolores de la vida. Como aquella final de hace dos años que Unión echó por tierra cayendo por goleada en Santa Laura ente Cobreloa. Como aquel duelo por la promoción en 1998 (el primero en Segunda División) que Unión perdió antes de tiempo cayendo por goleada ante Coquimbo Unido también en Santa Laura. Para qué hablar del empate con Newell's u otros tantos bochornos vividos desde las gradas del fortín de la plaza Chacabuco.
Y sin embargo, este porfiado corazón rojo sigue latiendo. Pensando tal vez ya en el Clausura. En el posible regreso de Roberto Órdenes y de Julio Gutiérrez (ya me imagino la dupla Gutiérrez-Vidangossy) o en el sobre azul que irredargüiblemente deben recibir Héctor Tapia y Francisco Rojas, por ejemplo.
Dan ganas de "empapelar" a Carvallo, es cierto. Pero, la verdad, soy de los que creen que, más allá de ciertas porfías, es el mejor técnico que puede tener Unión hoy en día. Dan ganas de "empapelarlo"porque es más fácil gritarle la rabia a uno y no a once o quince o veinte, pero si se zafa de Villagra (no me digan que Raúl Arenas juega menos), Rojas y Tapia, y se la juega de verdad por los talentos jóvenes de Unión, Carvallo puede hacer mucho con este equipo.